Mi trabajo con niños es ahora una actividad educativa para desarrollar la escucha, la atención, el lenguaje y la imaginación.
Con mis cuentos entro en su espacio cotidiano; su cole.
Incluyo también en mis narraciones el arte de la voz y el movimiento:
Cantar y bailar, dentro del cuento.
La expresión corporal, y la neuromotricidad como juego, aplicándolo a mi manera.
Por el fulgor del brillo en sus ojos, ví en aquella niña un corazón
que se ensanchaba. A sus cinco años de edad, era la primera vez que
escuchaba un cuento. Una ventana se abría en su mente infantil, plena de
posibilidades sin límite. Perfecta es la Inocencia.
La narración sobria, sin apoyos visuales.Directa al corazón.Cada cuento, su perla preciosa.Escucharlo, y sentir también su eco.
Poesía y canciones, pandero y ocarina. Máxima sencillez.
Mi casa está iluminada;
ocho estrellas la
guardan,
una luna y un farol.
Mi casa está en lo alto,
para ver desde lejos
si te acercas o no.
Mi casa está en un árbol
de profundas raíces,
para que sople el viento
y no me caiga yo.
A mi casa se sube
convertido en nube.
De mi casa se baja
en una tinaja.
***
Ilustración de Ana Lartitegui. Poesía de Cristina Lartitegui.
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