martes, 30 de junio de 2015

Noches de Juglares

El pasado 25 hice mi primera actuación para adultos en el ciclo Noches de Juglares, en Zaragoza.
Es un ciclo que cumple  20 años,  y de cuyos inicios  participé.











Cuando los ciclos maduran se genera en torno a ellos también una madurez del público; ésto se notó la pasada noche y fue para mí una gran satisfacción.














Conté un par de cuentos largos, de alta densidad. Y luego otros, más cortos, en lenguaje inventado. Todo nuevo repertorio, y diferentes formas de narración. También me estrené con el rap, (y sin chivato!, tuve suerte de que un buen técnico asistiera la actuación). Tenía previsto haber aligerado con un número de animación, porque soy consciente de que la capacidad de escucha es limitada, y no hay que abusar de ella. Siempre trato de equilibrar esto con diferentes recursos, pero por razones técnicas, no se pudo hacer, y tuve que narrar y narrar.



A pesar de ello, puedo decir que obtuve un nivel máximo de atención de los espectadores de principio a fin.  Estaban clavados, y no se oía el vuelo de una mosca. Ninguno, de los cientocincuenta que asistieron se perdió una sola frase. Sé que era ese el número de espectadores, porque coincidió con el número de dátiles que llevé contados, y dí un dátil a cada espectador, sin que sobrara ni faltara ninguno. Es mi manera de contar cabezas; primero las cuento, y luego ellas acuden, sin necesidad de cartel anunciador.
En definitiva, mis expectativas en cuanto al grado de interés que puede suscitar mi trabajo en el respetable público, se vieron superadas, y  ésto llenó mi ánimo de seguridad.

Entrando en mi tiempo estoy, según parece, no hay tacha.

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